Cuidado: smartphones, tablets y lesiones de espalda

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El número de horas diarias que los niños y adolescentes dedican al uso de tablets y smartphones continúa en aumento. Muchos progenitores y educadores manifiestan su preocupación ante las posibles consecuencias que un uso abusivo pudiera tener sobre la conducta de dichos menores, sobre sus relaciones sociales o sobre el modo en que desarrollan su ocio. Pero, al margen de estas cuestiones fundamentales, es necesario prestar atención a la forma en que su uso continuado puede estar incidiendo en su desarrollo físico.

Ya se ha advertido sobre las lesiones que pueden derivarse de las malas posturas adoptadas frente al ordenador. Horas y horas ante el monitor tienen consecuencias de todo tipo en los más pequeños: desde los problemas para la vista o para la espalda, hasta la tendencia a la obesidad ante la falta de actividad física. Las horas frente al ordenador, sumadas a las horas frente a la televisión, pueden causar estragos si no se controlan y combinan con una concienzuda actividad física.

No obstante, en muy pocos años, los más jóvenes han pasado de permanecer horas sentados frente a un ordenador de mesa o un portátil para poder estar conectados a internet, a llevar la conexión con ellos y en el bolsillo. Ahora pueden chatear, jugar en red o realizar una consulta desde cualquier lugar. De hecho, una de las frases que más escuchamos en grupos de trabajo realizados con alumnos/as de 14 a 16 años, es precisamente esta: “con un smartphone te sientes mucho más libre. Ya no tienes que estar pegado al ordenador para enterarte de todo lo que sucede y de todo lo que se dicen tus amigos y amigas”.

Muchos esperaban que, como consecuencia, la conectividad móvil tuviera un efecto positivo en relación al tema postural… Pero no está resultando así. Un reciente estudio desarrollado a partir de pruebas realizadas a niños y adolescentes, que incluye pruebas de escáner de resonancia magnética, ha sacado a la luz un dato verdaderamente preocupante: el 40% de los niños de entre 8 y 18 años está desarrollando espaldas con lesiones propias de personas de 50 años de edad.

 El cirujano ortopédico Piet van Loon, advierte en la revista Medisch Contact que ya están operando a jóvenes de 19 y 20 años de hernias discales, y que cada vez atienden a más jóvenes con problemas de espalda y el desarrollo de las llamadas “jorobas”. El analista André Soeterbroek advierte que los más pequeños se inclinan sobre sus smartphones y tablets para mantener el equilibrio, agachando la cabeza y adelantando las caderas.

La forma de evitar que espalda crezca deformándose y aplastando la parte delantera los discos intervertebrales, es utilizar estos aparatos elevando los dispositivos a la altura de la cabeza en lugar de agacharla e inclinarse. También es recomendable cambiar de postura, y su uso adoptando la posición de “tumbado boca abajo”. De esta forma se refuerzan los músculos de la espalda, como se hace con los bebés para que desarrollen la fuerza necesaria para sostener sus cabezas.

Teniendo en cuenta que esto puede corregirse en los niños y adolescentes, creo que es importante trabajar con ellos el tema postural. Los menores dedican horas diarias al manejo de sus smartphones, y es necesario que comiencen a hacerlo de forma correcta: no dedicar mucho tiempo seguido a su manejo, levantar la cabeza, estirar la espalda, alternar con ejercicios de cuello y fortalecer sus espaldas. Debemos añadir esto al trabajo que ya realizan algunos con su vista: descansar con frecuencia, levantarse y enfocar a objetos que se encuentran a media y larga distancia, etc.

Van a pasar la mayor parte de su vida manejando dispositivos de este tipo, así que más vale prestar atención a esta cuestión.

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