La red social de éxito entre los niños y adolescentes españoles es INSTAGRAM, y el éxito lo ha obtenido gracias a una circunstancia y una funcionalidad. La circunstancia es sencillamente que está de moda, y mientras sea así seguirá creciendo y creciendo. Y esto es debido en buena medida a que es percibida como una red juvenil, mucho más fresca y dinámica, con un acceso fácil desde los terminales móviles. Facebook, por el contrario, es la red de los mayores.
Y la funcionalidad es sin duda el absoluto protagonismo de la fotografía. Al margen de los comentarios debajo de las fotos, y la posibilidad de enviar mensajes directos, funciona como un álbum fotográfico. Para personas acostumbradas a inmortalizar con sus smartphones todo cuanto viven, es el complemento ideal para compartirlo con los demás. Al menos mientras la privacidad sea relegada a un segundo plano ante la necesidad de relación, aceptación e integración en el grupo.
Pero al margen de las cuestiones relativas a la seguridad y privacidad que pueden surgir, es necesario trabajar con los menores de edad sobre dos aspectos en los que muchos de ellos han entrado a competir: el número de seguidores en sus perfiles, y el número de LIKE o ME GUSTA que consiguen obtener en una fotografía. Estas dos cuestiones son primordiales en la relación que los menores establecen con la red social, y son utilizadas como baremos para medir su nivel de éxito en la propia red. Un o una adolescente con 300 seguidores, será considerado/a mucho más popular que otro con solo 35 seguidores. Del mismo modo, una fotografía que es “premiada” por el grupo de seguidores con 100 ó 150 ME GUSTA, será más valorada y motivo de gran satisfacción para quien la haya colgado. Estimulará el núcleo de accumbers en su cerebro, y reforzará su autoestima y su nivel de aceptación (ver: Artículo)
Ambas cuestiones serán motivo de estudio en próximos artículos, pero en este primero e introductorio creo conveniente situar estadísticamente la cuestión, para que sepamos de qué estamos hablando. Estoy finalizando el análisis de los datos de un estudio que he realizado con una muestra significativa de 500 alumnos/as, de entre 12 y 14 años, pertenecientes a 1º y 2º de E.S.O. de doce centros distintos (públicos, privados, concertados, de entorno urbano, rural, etc.) Y lo llamativo es que apenas he encontrado diferencias significativas entre unos grupos y otros, salvo algunas previsibles en las que profundizaré en su momento.
Estos son algunos de los datos obtenidos:
Número de seguidores en INSTAGRAM:
-50 : 8%; 50-100 : 16%; 100-150 : 19%; 150-200: 18%; +200 : 39%
Número de fotos que suben a la semana:
-5 : 91%; 5-10 : 6%; 10-15 : 0%; 15-20: 2%; +20 : 1%
Número de LIKE o ME GUSTA en la mejor foto:
-25 : 9%; 25-50 : 31%; 50-75 : 20%; 75-100 : 16%; +100 : 24%
En las fotos con más ME GUSTA el/la adolescente sale:
Sol@ : 34%; Con amig@s : 64%; Otros : 2%
Quién realiza la foto que más ME GUSTA recibe:
Es un selfie : 44,5%; Otra persona: 55,5%
Estado emocional reflejado en las fotos con más ME GUSTA:
Ninguno en particular : 19%; Sonriendo : 81%; Triste: 0%
Tal y como veremos más adelante, los adolescentes tienden a alcanzar un número de seguidores mayor del que pueden controlar realmente, ya que es muy elevado el porcentaje de los que tienen más de 200 seguidores a edades tempranas. Se trata de una tendencia que va en aumento. Por otro lado, y esto es muy positivo a la hora de trabajar el tema con los alumnos/as, al cruzar datos constatamos que cuantas más fotografías publica el usuario menos ME GUSTA recibe. Es decir, que el hecho de publicar muchas fotografías no garantiza un mayor número de ME GUSTA. Esto parece que es algo de lo que se están dando cuenta, ya que apenas un 9% llega a publicar más de 5 fotos a la semana. Es importante también la faceta de grupo en las fotografías, que nos servirá para trabajar sobre el narcisismo: las fotos que más LIKE reciben no son las fotos en las que salen solos/as, sino las fotos de eventos, fiestas, actividades o salidas en grupo. El estado de ánimo positivo y alegre es otra constante, como no podía ser de otra manera. Y como también sucede, por supuesto, entre los adultos…
Continuaremos con el tema.
El gran problema es que, ante la necesidad / deseo de tener muchos seguidores, aceptan cualquier solicitud de amistad sin comprobar siquiera si conocen a la persona. Lo que les importa es tener cuantos más seguidores, mejor. Es uno de los grandes riesgos a los que se enfrentan los adolescentes, no creo que sean conscientes de ello.
Gracias por tu comentario, Patricia. Coincido contigo en que es uno de los principales problemas con los que nos encontramos. No obstante, la verdad es que he tratado esta cuestión con ellos/ellas en infinidad de ocasiones, y muchos sí son conscientes de que existe un riesgo. El problema está en que muchos lo asumen. Piensan que los beneficios de ser popular compensan cualquier riesgo (siempre dentro de unos límites, claro). En fin, hay que seguir advirtiéndoles, en especial a los usuarios más pequeños…