MÁS HORAS CON EL SMARTPHONE QUE EN EL COLEGIO

Durante miles de años nuestra especie se ha comunicado básicamente de forma presencial. Hemos desarrollado y perfeccionado nuestra capacidad para transmitir lo que pensamos y sentimos, lo que al mismo tiempo nos ha permitido comprender lo que experimentan los demás. Nuestra comunicación presencial es tremendamente rica: podemos entender a otras personas, deducir su estado de ánimo o incluso prever sus reacciones, con una simple mirada y en menos de un segundo. Nos comunicamos con el tono de voz, con nuestros gestos, con el movimiento de los ojos o de las manos, con los olores y con un montón de sensaciones físicas de las que muchas veces no somos ni tan siquiera conscientes.

Al margen del lenguaje corporal hemos perfeccionado una sofisticada forma de comunicación verbal -oral y escrita- que nos permite transmitir además nuestros conocimientos e ideas a personas que están a miles de kilómetros, y a través del tiempo de unas generaciones a otras.

Estas formas de comunicación nos han permitido establecer complejas relaciones sociales, con multitud de personas de entornos, experiencias y creencias muy distintas. Pero he aquí que en los últimos 20 años hemos desarrollado una nueva forma de comunicación: la COMUNICACIÓN DIGITAL. Y no se trata de un nuevo canal, sino de un formato que tiene sus propias características, que incluye elementos nuevos y también nuevas posibilidades. Y esta realidad no sería un problema que requiera nuestra atención, si no fuera por dos circunstancias muy importantes:

  • La comunicación digital se ha convertido en pocos años en la principal forma de comunicación entre muchos niños y adolescentes. En la actualidad, un estudiante menor de edad puede pasar algo más de 1.000 horas al año asistiendo al colegio o instituto. En España en concreto unas 1.050 horas de media en la enseñanza obligatoria. Pero ¿cuánto tiempo pasa conectado a internet, comunicándose principalmente a través de su smartphone? En España una media de 3 horas diarias, es decir: 1.095 horas al año. Y según los datos publicados por la OCDE en abril de 2017, entre los adolescentes españoles encontramos a un 22% que alcanza las 6 horas diarias de media conectado a la Red (Informe PISA). Es decir, una media de 2.190 horas relacionándose a través de internet, en redes sociales, sistemas de mensajería instantánea como Whatsapp, salas de chat en videojuegos, etc. Por lo tanto, los problemas asociados a la comunicación digital van a tener mucha repercusión entre los niños y adolescentes, como consecuencia de la gran cantidad de horas que le dedican.
  • Nuestra especie no está adaptada ni preparada para esta nueva forma de comunicación. Los últimos 20-25 años no son más que una gota de agua en la evolución humana. Miles de años aprendiendo a interpretar las miradas, gestos, posturas, tono de voz, etc, de nuestros congéneres, para encontrarnos ahora con una forma de comunicación en la que nada de esto parece tener cabida, y que además puede llegar a convertirse en predominante.

Estas dos circunstancias están generando diversos problemas en la comunicación y relaciones que establecen los niños y adolescentes, algunos de los cuales se traducen en conflictos en el centro escolar tras un malentendido surgido en una conversación en Whatsapp o Instagram la tarde anterior. Y también generan, por supuesto, problemas entre los adultos. Todos hemos vivido conflictos entre familiares o amigos, como consecuencia de algún comentario escrito en un grupo de mensajería instantánea. Y todos sabemos las reacciones que puede desencadenar un tweet de 140 caracteres escrito en un mal momento. Hace poco, el curso pasado, desarrollamos y editamos un decálogo para grupos de Whatsapp de padres de colegios, a petición de varios centros escolares preocupados por los conflictos que se generan en estos grupos entre los propios padres, o entre padres y personal del colegio.

Así pues, muchas de las cuestiones que abordamos al trabajar sobre COMUNICACIÓN DIGITAL son del mayor interés no solo para los alumnos de los distintos niveles, sino también para los adultos, y en especial para aquellos que ejercen de educadores, padres o madres. Si queremos que la comunicación en los entornos digitales no termine generando un empobrecimiento de la comunicación humana, y como educadores pretendemos afrontar los problemas que plantea entre los más jóvenes, es necesario trabajar con ellos sobre nuevas formas de comunicación no verbal, desarrollar la comunicación asertiva e introducir técnicas de ciberconvivencia entre nuestros hijos y alumnos.

Contenido de las sesiones de formación que se realizan con los alumnos:

http://educalike.es/wp-content/uploads/2017/09/Conferencia-Alumnado-CONVIVENCIA-Y-COMUNICACION.pdf