¿PARA QUÉ Y CÓMO DESARROLLAR UNA BUENA INTEGRIDAD EMOCIONAL EN NUESTR@ HIJ@?

Podemos definir la integridad emocional como la capacidad que tenemos para reconocer y aceptar nuestra emociones, sentimientos y deseos, al margen de la influencia que los demás puedan ejercer sobre nosotros. Implica ser consciente de nuestros objetivos y perseguirlos.

La integridad emocional requiere coherencia emocional y ser fiel a nuestros valores, principios y creencias. Supone ser honestos con nosotros mismos y con los demás acerca de nuestros sentimientos, necesidades y deseos. Se trata de mantener una conexión y equilibrio saludable entre nuestros pensamientos, emociones y acciones.

Como padres y madres volcamos en ocasiones nuestros deseos sobre nuestros hijos, y podemos hacer que se sientan mal si no actúan como nosotros esperamos.

“Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo… en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”.

Madre Teresa de Calcuta

Enseñamos a nuestros hijos a caminar, pero el camino lo harán ellos. Y aunque eso ya lo sabemos en la teoría, no dejamos de señalarles la dirección en muchos temas de su vida cotidiana. Algunos niños y adolescentes llegan a pensar que sus objetivos o deseos no son válidos si no se ajustan a los de sus padres. De esta forma creamos en ellos una incongruencia entre lo que piensan, lo que sienten y desean, y lo que hacen.

 
¿Por qué es necesario que nuestros hijos desarrollen esa INTEGRIDAD EMOCIONAL?

Enumeremos los principales beneficios:

  • Desarrollar una buena integridad emocional mejora la salud mental. Ayuda a gestionar el estrés y las emociones menos agradables, lo que ayuda a prevenir trastornos mentales como la ansiedad y la depresión.
  • Fomenta el establecimiento de relaciones saludables. Ayuda a nuestros hijos a entender y expresar sus emociones de manera efectiva, lo que les permite establecer relaciones más profundas y saludables con los demás.
  • Ayuda a tomar decisiones. Cuando nuestros hijos tienen una buena integridad emocional, son más conscientes de sus emociones y sentimientos, lo que les permite tomar decisiones más informadas y conscientes.
  • Fomenta la resiliencia. Les permite enfrentarse a situaciones difíciles de manera más efectiva, haciéndolos más resistentes y adaptativos.
  • Aumenta su autoestima y la confianza en ellos mismos. Les ayuda a validarse y a conceder importancia a sus propias opiniones, gustos y objetivos.
 
10 pautas 10 pautas para favorecer el desarrollo de la integridad emocional en nuestr@ hij@
  1. Acepta y valida las emociones de tu hij@. Es muy importante mostrar empatía y comprensión hacia sus emociones, y no minimizarlas o ignorarlas. Tienen derecho a sentirse tristes o decaídos. La envidia y la ira también tienen su función. OJO: aceptar sus emociones no quiere decir obviarlas. Cuando se produce una emoción como la ira, debemos después trabajar sobre sus causas, y ver formas alternativas de mostrarla o gestionarla que no resulten dañinas.
  2. Enséñales a identificar y expresar sus emociones de forma adecuada. Un problema generalizado es la dificultad que tenemos incluso para ponerle nombre a lo que sentimos. Facilítale vocabulario emocional, habla del tema y muéstrale formas de gestionar su manifestación.
  3. Recuerda dar ejemplo. Necesita ver qué tu también experimentas emociones de todo tipo y las manifiestas. No las ocultes ni las niegues, o tu hij@ aprenderá a hacer lo mismo. Tiene que ver que las comprendemos y les damos salida de forma no dañina. Más adelante aprenderá a mostrarlas de una forma más social si es necesario.
  4. Fomentar su autoestima y autoconfianza. Aliéntale a tomar decisiones y a ser independiente, no lo hagas todo por él/ella. Reconoce sus logros.
  5. Promueve su resistencia y capacidad de adaptación. Ayúdale a manejar situaciones más complejas, aprender de sus propios errores y enfrentarse a desafíos. Si se familiariza con esto no verá en cada circunstancia difícil una amenaza. Esto es muy importante para gestionar el estrés: no permitir a nuestra mente que interprete como una amenaza cada cosa que sucede.
  6. Enséñale habilidades de comunicación efectiva. Céntrate en fomentar la escucha activa. Muéstrale toda tu atención cuando hable (el ejemplo sigue siendo básico). Ayúdale a expresarse claramente y de forma constructiva.
  7. Fomenta el desarrollo de su empatía y su compasión. Invítale a ponerse en el lugar de los demás, a entender sus sentimientos y a actuar de manera solidaria. Y, de nuevo, hazlo delante de él/ella si quieres que lo aprenda. Por naturaleza la mayoría tiende a serlo, pero deben observarlo en nosotros.
  8. Aplica todas las pautas que puedes de inteligencia emocional en casa. Muestra comportamientos y actitudes emocionalmente inteligentes en el hogar, que vean que es posible relacionarse correctamente sin hacer daño o aislarse. Corrige comportamientos, pero no personalidades. No les ponemos etiquetas ni generalizamos. Queremos que vean que una conducta es inadecuada, no que ellos son inadecuados.
  9. Fomenta la creatividad y la exploración. Proporciona oportunidades para que tu hij@ explore sus intereses y desarrolle sus habilidades creativas, lo que le ayudará a expresarse y a entenderse mejor a sí mism@. Descubrirá sus propias motivaciones, gustos e inquietudes.
  10. Crea en casa un ambiente seguro y acogedor. Un ambiente de hogar estable y seguro, y un clima de respeto y confianza en la familia, ayudará a tu hij@ a sentirse segur@ y a desarrollar su integridad emocional.

En próximos artículos mostraré pautas para cada uno de estos puntos.

Guía para adolescentes sobre GESTIÓN EMOCIONAL EN ENTORNOS DIGITALES: AQUÍ 

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